La entidad destaca un 91% de inserción laboral en su programa Reincorpora, que facilita itinerarios individualizados y formación
Cada primer domingo de marzo se conmemora el Día del Preso, una fecha para recordar la importancia de la reinserción social de quienes han cumplido una pena privativa de libertad. En este contexto, la Asociación Nueva Vida presenta su balance anual de trabajo en el medio penitenciario, un ámbito en el que lleva más de 25 años desarrollando programas de intervención en estrecha colaboración con la General Secretary of Penitentiary Institutions of the Ministry of the Interior.
A lo largo de 2024, la entidad ha acompañado a 172 personas en el Centro Penitenciario El Dueso y en el Centro de Inserción Social (CIS) José Hierro, ambos en Cantabria. En estos espacios, Nueva Vida trabaja en la reeducación, la promoción de la salud mental y la intervención en delitos de violencia de género, así como en medidas alternativas que fomentan la reinserción.
Acompañar todo el itinerario hasta la plena reinserción
“El programa del medio penitenciario consiste en escuchar a los internos, atender sus peticiones y sus necesidades. Históricamente, hemos acogido en nuestra casa en Renedo de Piélagos los primeros permisos penitenciarios, pero en 2025 vamos a tener algunos cambios, aunque siempre garantizando lo mejor para ellos”, explica Julio García Celorio, presidente de Nueva Vida. “El objetivo es acompañarles en todo su itinerario hasta la plena reinserción”.
La organización desarrolla diferentes programas adaptados a las necesidades de cada persona. Entre ellos, el Programa de Promoción de la Salud Mental atendió a 46 usuarios el último año, mientras que el Programa de Intervención para Agresores en Violencia de Género y Agresores Sexuales trabajó con 50 participantes. A su vez, 76 personas formaron parte de programas de medidas alternativas como PRIA-MA, PROBECO, Encuentro, Fuera de Red y Seguimiento a Libertades Vigiladas.
Un 91% de inserción laboral gracias al programa Reincorpora
Uno de los puntos clave en el proceso de reinserción es el acceso al empleo. A través del programa Reincorpora, desarrollado con el apoyo de Fundación La Caixa, Nueva Vida ha facilitado itinerarios individualizados de formación y empleo para 47 personas privadas de libertad, logrando un 91% de inserción laboral.
“Trabajamos en un acompañamiento integral que incluye la formación y la orientación laboral, adaptándonos a las necesidades de cada usuario. Nuestro objetivo es que, cuando salgan de la cárcel, se integren de tal manera en la sociedad que sean uno más, que no tengan que dar explicaciones de su vieja vida, sino en todo caso de su nueva vida”, concluye García Celorio.
Un programa de acogida para garantizar oportunidades
Para aquellas personas en situación de tercer grado, libertad condicional o definitiva, Nueva Vida cuenta con un programa de acogida que ofrece alojamiento y apoyo integral. La casa de acogida en Renedo de Piélagos y el apartamento destinado a las familias que visitan desde otras comunidades autónomas han permitido atender a 24 personas en el último año.
“El acompañamiento en este proceso es esencial. Muchas de estas personas carecen de redes de apoyo y enfrentan grandes dificultades para encontrar vivienda o empleo”, explica Celia Valiente, técnica de intervención en medio penitenciario. “Desde Nueva Vida trabajamos para que cada paso que den les acerque a una vida digna y estable”.
Con estas iniciativas, Nueva Vida refuerza su compromiso con la reinserción social y laboral de la población privada de libertad, ofreciendo herramientas reales para que puedan construir un nuevo futuro.