La crisis sanitaria y el parón de la actividad económica obligó a aumentar la cobertura del sistema de protección social. Así respondió Nueva Vida, cuya misión es contribuir a garantizar los derechos de todas las personas, especialmente, de aquellas más vulnerables.
Con la declaración del Estado de alarma, las oficinas de Nueva Vida cerraron y la atención directa al público quedó temporalmente suspendida. No obstante, nuestro equipo continuó trabajando desde casa o desde los recursos que gestionamos y donde atendemos a colectivos en riesgo de exclusión económica y social (mujeres prostituidas, víctimas de trata con fines de explotación sexual, personas refugiadas, población privada de libertad y personas o familias en riesgo de exclusión).
Pero, además, previendo un aumento en la demanda de cuidados debido a la crisis sanitaria y al parón de la actividad económica, Nueva Vida decidió ampliar la cobertura de algunos de sus servicios, con el objetivo de llegar a todas las personas que se encontraran en situación de necesidad.
Tras casi tres meses de intenso trabajo, y con la vuelta a la nueva “normalidad”, Nueva Vida recoge los frutos y celebra haber contribuido al bienestar de las personas, sobe todo, de aquellas que viven con mayor dificultad.
Aquí las acciones más destacadas y sus resultados:
- Por un lado, en colaboración con el Gobierno de Cantabria, se habilitaron dos espacios para la acogida temporal de personas sin hogar. Un total de 120 solicitudes fueron recibidas, de las cuales 101 fueron atendidas.
- Por otro lado, se dio respuesta a una fuerte demanda de atención a necesidades básicas, con ayudas a la alimentación y productos de higiene básica (398 personas o unidades familiares alcanzadas).
- También hubo un aumento de la ayuda de emergencia a mujeres en situación de prostitución. Un total de 22 mujeres solicitaron algún tipo de ayuda para subsistir, mientras que 10 mujeres tuvieron que ser acogidas y atendidas en recursos específicos.
- La paralización de determinados trámites administrativos o las modificaciones en los procesos de atención o acceso a ciertos servicios, así como un aumento en la precariedad de la economía de algunas familias, generó una alta demanda de información relativa a trámites y prestaciones (151 solicitudes de información atendidas).
- Durante la pandemia también aumentó la cobertura de la atención psicológica, con 11 nuevas personas asistidas y monitoreadas telefónicamente. También se llegó a editar un documento con pautas para facilitar la gestión emocional que generó el Estado de alarma.
- Por último, cabe destacar el trabajo desarrollado en el medio penitenciario. Durante la crisis sanitaria las comunicaciones con el exterior y las actividades fuera del centro quedaron suspendidas. Es el caso de las visitas de familiares o los permisos para salir de los centros. Esto generó malestar dentro y fuera. Ante esta situación, Nueva Vida continuó de manera virtual con los procesos de intervención terapéutica (seguimiento telemático a 62 usuarios) evitando que se paralicen los procesos de rehabilitación y re-educación de las personas usuarias de estos recursos. Y, por otro lado, se proporcionó algún tipo de apoyo o ayuda a un total de 54 personas, entre privados de libertad y sus familias, para sobrellevar esta situación.
Para dar una respuesta adecuada al aumento en la demanda de cuidados, Nueva Vida sumó a su equipo 42 profesionales del ámbito de la protección social. Además, la organización contó con el apoyo de 14 personas voluntarias. Gracias a esta colaboración se pudo hacer llegar la ayuda a personas en situación de dependencia (realización de compras o actividades imprescindibles), bien por estar afectados por el COVID19 o bien por ser personas dependientes o pertenecer a grupos de riesgo, como es el caso de nuestros mayores.
¡Gracias a todo el equipo por trabajar tan duro! ¡En tres meses hemos atendido y dado apoyo a 809 personas