Con motivo del ‘Día Mundial de las personas Refugiadas’ que se celebra el próximo 20 de junio, la Asociación Nueva Vida ha iniciado la campaña: ‘MISIÓN (IM)POSIBLE’. El objetivo de la misma es concienciar sobre la dificultad de acceso a la vivienda que afecta a buena parte de la población en España y la discriminación residencial añadida que sufren las personas migrantes o solicitantes de asilo.

Conscientes de la problemática existente en torno al acceso a la vivienda para gran parte de la población española, pese a estar recogido en el artículo 47 de la Constitución como un derecho, Nueva Vida pretende mostrar cómo ello afecta particularmente a las personas extracomunitarias inmersas en procesos de integración en nuestra sociedad.

Tener trabajo y no encontrar un piso donde vivir parece difícil de creer, pero es el día a día de muchas personas”, señala Julio David García, gerente de Nueva Vida. Se trata de una barrera con la que se encuentran tanto aquellas personas que, una vez reconocido su estatus de refugiado/a ya están autorizadas para trabajar y lo están haciendo, como a otras que ya tienen una situación administrativa estable y llevan más tiempo en España.

Si preguntamos a la generación de nuestros mayores, aquellos que en su día tuvieron que emigrar por múltiples motivos, raramente nos responderán que encontrar un alojamiento fue el mayor de sus problemas…”, apunta el gerente de Nueva Vida. “Que hoy en día esto suponga una de las mayores barreras de integración en España, para personas que incluso están realizando trabajos fundamentales como los sociosanitarios o en el sector servicios, creemos que requiere de un análisis y búsqueda de soluciones conjunta”, añade. El informe ‘¿Se alquila? Racismo y Xenofobia en el mercado de alquilerrealizado por la asociación Provivienda a través de la metodología del testing inmobiliario (respondiendo a anuncios de alquiler reales), concluye que la discriminación de las personas extracomunitarias es un fenómeno normalizado. Así, el 72% de las inmobiliarias contactadas admiten que aceptan formas explícitas de discriminación a la hora de atender a potenciales inquilinos. Cláusulas abusivas, documentación adicional, mayores garantías y avales o  precios fuera de mercado se citan entre los mecanismos habituales.

Cartelería, videos y llamamiento a la no discriminación

Entre los aspectos que se pretende combatir por medio de esta campaña figuran la desinformación, los bulos y los prejuicios existentes a la hora de alquilar una vivienda a personas o familias extranjeras. Para tratar de hacerlos frente, se van a llevar a cabo una serie de acciones de sensibilización.

De un lado, algunas marquesinas del Transporte Urbano de Santander (TUS) exhibirán durante la semana del 17 al 23 de junio una serie de carteles protagonizados por personas migrantes en los que se plasma el tema central de la campaña: la ‘MISIÓN (IM)POSIBLE’ de acceder a una vivienda pese a llevar tiempo trabajando o desempeñando un oficio en nuestra comunidad. Esta acción se llevará a cabo además en Bizkaia, del 18 al 24 de junio, en las instalaciones del Metro de Bilbao.

Igualmente, a través de los canales sociales de Nueva Vida (Facebook, X, Instagram y YouTube) se compartirán una serie de videos cuya intención es recrear una situación ideal en el proceso de búsqueda de vivienda para una persona migrante, sin la existencia de discriminación alguna.

Vivienda sin discriminación y decálogo de buenas prácticas

Además, con el fin de contribuir a promover las buenas prácticas por parte de arrendadores o inmobiliarias, la web de la entidad reunirá información dirigida a derribar esos prejuicios que afectan a las oportunidades de arrendar de las personas migrantes en igualdad de condiciones que cualquier otro ciudadano.

En la misma plataforma se va a facilitar el contacto entre ofertantes de vivienda y potenciales inquilinos, siempre con el propósito de evitar las malas praxis y discriminación residencial que enfrentan las personas migrantes a la hora de tratar de alquilar pisos o habitaciones.

Y es que como subraya, Asunción Buil, coordinadora estatal del programa de Protección Internacional de Nueva Vida, “el acceso a la vivienda puede que sea uno de los mayores obstáculos que enfrentamos a diario. Incluso personas que han pasado por nuestra entidad y ya están en fase de autonomía nos cuentan sus malas experiencias e imposibilidad para encontrar un piso o habitación”.

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