La construcción de la Casa de la Oportunidad, un lugar de albergue y educación para los niños más desfavorecidos de la localidad camerunesa Menong II, es el eje central del trabajo que lleva a cabo en el país africano la ONG cántabra ADEC. Este proyecto de cooperación ha sido financiado por el Gobierno de Cantabria y el objetivo es promover la educación de los niños y niñas, así como mejorar la calidad de los habitantes de esta población, que asciende a 40.000 personas.
Durante el proyecto, se ha acondicionado un terreno y se ha dotado de las infraestructuras necesarias, como el agua y la energía. La idea es que se ubiquen un conjunto de edificios con aulas y servicios para los niños y niñas de la zona. Tras acabar la construcción de la Casa de la Oportunidad, se está construyendo un segundo edificio “donde dormirán los niños y se instalará un taller de costura”, cuenta el cooperante de ADEC Marcos Muro a eldiario.es.
La Casa de la Oportunidad dispone de los espacios necesarios para la alimentación, educación y ocio de los 75 menores de entre 0 y 14 años más desfavorecidos de la localidad. Como valora Muro, “el proyecto ha repercutido muy positivamente en ellos”. “Es una ayuda que, por ejemplo, algunos puedan ir a comer todos los días cuando la juventud tiene muchos hijos desde muy pronto”, subraya, en un país en el que la mitad de la población es menor de 14 años.
El valor de la educación
Uno de los objetivos principales de la Casa de la Oportunidad es dar una educación “segura y equilibrada” y combatir el analfabetismo y la ociosidad. Para ello, explica Muro, “en verano hay talleres diferentes en los que juegan, ven películas… Y ahora, como ha empezado el colegio, se ofrecen talleres de refuerzo por las tardes”. También se hizo, en una fase anterior del proyecto, el plan ‘Apoya y educa’, en el que la ONG pagaba parte de la matrícula de los niños y niñas que van a la escuela.
Desde esta iniciativa buscan promover la igualdad de oportunidades y la integración social en un país donde el 80% de la población activa trabaja en el sector primario. Así, los índices de alfabetización y asistencia sociosanitaria son insuficientes y prolifera el abandono de los niños y el trabajo infantil.
“Para los talleres se contrata a gente de allí”, explica el cooperante, por lo que es una forma de generar puestos de trabajo, autosuficiencia y que ADEC pueda centrarse en generar nuevos proyectos. Y es que, según avanza Muro, el futuro del trabajo de la ONG en Menong II pasa por impulsar una iniciativa de sanidad.
Recuerda, además, otros de los proyectos que la organización ha llevado a cabo en la localidad: Llevar agua potable, un molino de cereales mecánico para facilitar la vida a las mujeres y, últimamente, generar acuerdos como el de las ‘mujeres de la oportunidad’, que ayudan al empoderamiento femenino: “Han decidido juntarse 15 o 20 mujeres que trabajan en el campo para, por ejemplo, comprar abono al por mayor y así ahorrar”.
Finalmente, Muro pone en valor que ya tienen “una base y gente que colabora”. “Esperamos que nos cuenten en qué proyectos estarían interesados para sensibilizar, buscar financiación y aportar voluntariado”, sostiene. “Ellos colaboran, quieren impulsar iniciativas y nosotros somos un comodín”, concluye este cooperante.
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